Los primeros objetos celestes descubiertos, tras la invención del telescopio fueron las cuatro lunas más grandes de Júpiter, descubrimiento que hizo Galileo en 1610.
Urano, el planeta que se encuentra más allá de Saturno, que no se puede observar desde la Tierra a simple vista, se descubrió en 1781 con la ayuda de telescopios perfeccionados. Neptuno se descubrió más allá de Urano en 1846. Y Plutón, el cuerpo celeste más lejano de los planetas conocidos, se descubrió en el año 1930.
Sin embargo, los Sumerios representaban hace ya "milenios" un sistema solar completo, con el Sol, y no la Tierra, en el centro; un sistema solar donde están Urano, Neptuno y Plutón, y un gran planeta (Nibiru) que pasa entre Júpiter y Marte.
En la década de 1970, los satélites de la Nasa ofrecieron imágenes cercanas de nuestros planetas vecinos, y fue ya en 1986 y 1989 cuando el Voyager-2 pasó junto a Urano y Neptuno. Sin embargo, los textos Sumerios ya habían descrito estos planetas exactamente del mismo modo en que lo hizo la Nasa.
El primer anillo de Saturno no se descubrió hasta 1659 por Christian Huygens. No obstante, existe un sello cilíndrico asirio (no es el de la foto), sobre una envoltura de arcilla en la que hay una tablilla, sobre el fondo celeste del Sol, la Luna (en creciente) y Venus (la estrella de ocho puntas) se ve también un planeta pequeño (Marte) separado de uno grande (Júpiter) (por una banda que podría representar el cinturón de asteroides) seguido por otro planeta grande y con anillos: ¡Saturno!.
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